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Parodia, re escritura y punto de vista como configuración de Lo absurdo en La Mujer de Wakefield

Autor: David Cabarcas Salas*



“Sólo aquello que se parece, difiere: es decir, la imagen que se parece a otra imagen no es idéntica (…)”

Tomás Eloy Martínez


En el presente ensayo se desarrollarán las nociones de parodia, reescritura y punto de vista presentes en la novela La mujer de Wakefield

del escritor argentino Eduardo Berti (1999). Se tendrán en cuenta algunos planteamientos de George Agamben (2005) y Gerald Genette (1988) para determinar la composición escritural de la obra a partir de la categoría de intertextualidad. En esa misma línea se hará uso del concepto de focalización abordado por Luís Alfonso Ramírez Peña (2007), con el propósito de determinar la incidencia con respecto al punto de vista que el autor propone en la historia. Desde estas perspectivas, se podrá observar de qué manera se configura un concepto de Lo absurdo en la narración.

Es así como el punto de partida para comprender la novela de Berti (1999) tiene que ver con la relación intertextual que se establece en el cuento de Nathaniel Hawthorne (1937) titulado Wakefield. En este último, el personaje le comunica a su esposa que emprenderá un viaje por una semana, pero termina por regresar veinte años después, muy a pesar de instalarse en un domicilio cercano de su propio hogar. La historia está contada por un narrador omnisciente que no interviene en los hechos y sólo relata los eventos y acciones desde el punto de vista de Wakefield. Por su parte, Berti (1999) da un giro a la historia de Hawthorne dado que cambia la construcción narrativa del relato al contar la misma problemática sobre la ausencia prolongada, o huida de Wakefield, pero a través de otra composición discursiva como la novela. Además, el punto de vista de los eventos se presenta desde la perspectiva de Elizabeth Wakefield, la esposa. En la narración se destacan las impresiones y la forma en cómo experimentó el personaje la ausencia del marido; también el autor incluye otros aspectos como la muerte de Wakefield una vez regresa y la intervención de otros personajes.

A partir de lo anterior, la composición discursiva de la novela de Berti (1999) se puede percibir como una Parodia, Este concepto puede entenderse como una transfiguración del modelo primario en el que se subvierte y convierte en una construcción narrativa nueva el cuento de Hawthorne. Lo paródico va más allá de lo burlesco. Se trata de una transformación en la cual se genera una dependencia semántica entre el modelo preexistente respecto al elemento nuevo. Según Agamben (2005), lo paródico se entiende como una profanación en la cual, a pesar de que se alteran varios componentes y se agregan contenidos al modelo inicial, se persiste en conservar aspectos relevantes del elemento primario, es decir, se trata de “(…) la conservación de elementos formales en los cuales se insertan contenidos nuevos e incongruentes” (41).

La apreciación anterior permite sintetizar la relación intertextual que se establece en ambas narraciones e identificar un elemento que no varía en la novela de Berti y tiene que ver con la extrañeza que produce la ida (huida) de Wakefield y su regreso. Este es un aspecto destacable en la propuesta del escritor argentino porque mantiene el eje temático y no rompe de manera abrupta la complejidad propuesta por Hawthorne al momento de determinar por qué huía Wakefield y qué lo llevó a ausentarse, por el contrario tales cuestionamientos se acentúan mucho más, primero con la posición de Elizabeth Wakefield, quien se niega a cuestionarlo y mantiene silencio una vez regresa Charles,: y segundo, con la muerte repentina del Esposo.

En este sentido, es relevante mencionar la propuesta de Gérard Genette quien presenta a la intertextualidad como aquella relación de con presencia entre dos textos,“es decir, eidética y frecuentemente, como la presencia efectiva de un texto en otro” (10). Es necesario hacer énfasis en la noción de “eidética” que se sugiere en la cita anterior, puesto que tiene que ver con destacar ciertas imágenes cuyos detalles muy precisos establecen una correspondencia o relación entre los dos textos. Entre esas imágenes se puede observar en ambas narraciones el viaje de Wakefield, el alojamiento cercano a su hogar, las caminatas sin rumbo del personaje, los deseos y dudas sobre regresar a su casa, ciertas características físicas de Wakefield relacionadas con la temperatura de sus manos, el encuentro fortuito con su esposa en la iglesia, la fidelidad de la esposa y el regreso después de veinte años.

Sin embargo, la novela no sólo es una elaboración intertextual del cuento de Hawthorne; en la narración también hay otras alusiones y guiños. Un caso particular se encuentra en el diario en donde Elizabeth Wakefield escribe los sucesos de su vida, pero no de forma anecdótica como bien se pudiera hacer en este tipo de registros, sino que recurre a sentencias en las cuales trata de establecer algunas dualidades, puntos de vista e ideas sobre las personas:

“La señora Wakefield estableció un método: no vuelca en su diario ningún pensamient que no lo haya visitado por lo menos tres veces. De esta manera, al consultar las páginas confronta certidumbres, no meras ocurrencias. (28).

Así mismo, el lector puede comprobar en las páginas finales de la novela que la alusión reiterativa del diario corresponde también a la configuración intertextual que empleó el autor para construir su obra, dado que tal aspecto no es más que una alusión a El Quijote y en el cual se cita un pasaje similar a las deliberaciones escritas por la mujer de Wakefield:

“Al cabo de unas páginas, Don Quijote dice que la gente se divide entre aquella que ha ascendido socialmente y aquella otra que ha descendido, de manera que “unos fueron que ya no son, y otro son que ya no fueron” (245).

Al final de la novela, el autor hace referencia al cuento de Hawthorne, cuya alusión puede considerarse como una reflexión sobre la reescritura como un acto de transfiguración de los modelos preexistentes. Tal idea, puede considerarse como un posicionamiento y una forma de entender la creación literaria:

“Alguien escribirá de nuevo esta historia, de una manera distinta. Alguien (Y el lector, que conoce el futuro, tal vez sepa quién) reescribirá todo esto como un cuento, lamentará no tener más espacio para no explayarse a gusto y expondrá cada uno de los hechos desde el punto de vista de Wakefield, porque << Lo que nos ocupa es el marido>>”


Luego de lo anterior, se observa el giro de que Berti (1999) hace en la narración respecto al punto de vista. Es importante entonces destacar el concepto de Focalización que sugiere Luís Alfonso Ramírez Peña (2007), quien señala que toda construcción discursiva es a su vez una construcción de sentido guiada por un locutor específico:

Las ideologías y las visiones son en términos generales ese punto de mira en el cual el autor se encamina para actuar con el lenguaje (…) Los contenidos de esta perspectiva son cognitivos, afectivos, pragmáticos e ideológicos (…)” (117).

En este sentido, la novela explora la forma en cómo la mujer de Wakefield experimenta la ausencia, la simulación y el regreso de su esposo, mostrándose así otra perspectiva de la historia. Tal aspecto cobra importancia porque permite asumir el juego que propone el autor mediante la reescritura, dado que el lector se acerca a otra dimensión de la historia. Es decir, la narración está focalizada desde el punto de vista de quien espera, y no, de quien se ha ido. Configurándose así un ideario respecto a la figura de la mujer de Wakefield como un personaje con mayor iniciativa, audacia y por la capacidad de descubrir la simulación del esposo y de crear una especie de “contra simulación”, debido a que persigue a Wakefield y se disfraza como también él lo hace. Esta circunstancia invita a pensar en la coparticipación de la esposa en la simulación propuesta por Wakefield. Tal idea se ratifica aún más cuando en la historia se presenta el giro en el cual la mujer pasa de asumir la espera inocua y emprende lo que pudiera entenderse como su propia huida.

A partir de este punto la novela se complejiza porque sugiere otra forma de huida y de simulación. Primero, Elizabeth viaja hasta donde su hermana a otra ciudad; tiempo después, simula estar de luto y por último, se deshace poco a poco de los trajes de Charles. Este gesto se interpreta como una forma de materializar el olvido.


Tomando lo anterior se puede ver cómo el teatro de Lo absurdo se configura aquel punto inicial para afirmar esta idea, parte del paratexto con el cual comienza la narración. En esta se presenta la lista de personajes que intervienen en la historia tal cual como se plantearía en el guion de una obra teatral. Enseguida, la obra sugiere toda una representación de la simulación, primero con en el posicionamiento de Charles y luego, con la coparticipación de la mujer de Wakefield. Tal aspecto iría en comunión a lo propuesto por Martín Esslin (1966) quien afirma que “el teatro de lo Absurdo es un intento por hacer consciente al espectador de la precaria y misteriosa situación del hombre en el universo” (6). Es así como la simulación que se plantea en la obra no es más que la representación de aquellas motivaciones incongruentes que movilizan a los sujetos. Lo absurdo en la novela está ligado a la irracionalidad humana y a la devaluación de los ideales (1); en cierta forma tiene que ver con la subversión de lo establecido. La condición absurda se teje porque se sale de lo común y esto se relaciona con el desconocimiento que se genera en el lector al no entender las causas por las cuales Wakefield se auto- desterró y por las que su mujer siguió la misma farsa.

, Para concluir, la novela de Berti cobra relevancia en la medida en que conserva el núcleo temático del cuento de Hawthorne, pero también profana y transforma el género narrativo. Es un proceso de intertextualidad que amplía y complementa el modelo preexistente sin caer en la imitación poco ingeniosa y sin alterar el sentido al conservar el componente de Lo absurdo que es el eje primordial de la historia. La novela lleva implícita una idea sobre la escritura y la literatura que puede entenderse como un constante hacer y deshacer de las obras en donde se pone en tela de juicio el concepto de originalidad.



Bibliografía

Agamben, G. (2005). Profanaciones. Buenos aires: (Versión digital).

Berti, E. (1999). La mujer de Wakefield. Tusquests Editores. Barcelona.

Esslin, M. (1966). El teatro de lo absurdo. Seix Barral. Barcelona.

Ferrero, A. (2013). Mrs and Mr Wakefield: intertextualidad y reescritura de “Wakefield” de Nathaniel Hawthorne en la novela La mujer de Wakefield de Eduardo Berti. III Congreso Internacional cuestiones críticas. Universidad Nacional de La Plata. Rosario.

Genette, G. (1988). Palimpsestos. Taurus.

Hawthorne N. (1937). Wakefield.

Ramírez, L. (2007). Comunicación y discurso. La perspectiva polifónica en los discursos literario, cotidiano y científico. Cooperativa Editorial Magisterio. Bogotá.

Soberanis, H. (2010). La filosofía del absurdo de Albert Camus. En: A parte Rei. Revista de Filosofía. Volumen 68, marzo.

Villalobos, I. (2003). La noción de intertextualidad en Kristeva y Barthes. En: Revista de Filosofía Univ. Costa Rica. XLI (103), 137-145. Enero-junio.

Recomendamos unir este párrafo al anterior pues esta idea hace parte de lo que se está esbozando: se están comparando detalles de las obras de ambos autores. Recomendamos prestar atención a esto: en el primer párrafo el concepto de parodia no aparece en cursiva ni con la primera letra en mayúscula. A lo largo del texto debe presentar los conceptos escrita de la misma manera. [DECS3]Por favor incluir en todo el texto la palabra en cursiva. Tenemos una pregunta: ¿esta definición sobre el concepto de parodia sale en algún texto teórico? ¿Es paráfrasis? de ser así, se hace necesario dejar claro en el texto y citar. [DECS5]En el párrafo está citado Agamben (2005) ¿Esto es también paráfrasis de alguna cita textual proveniente de otro texto? de ser así, es necesario citar. ¿Esto es paráfrasis tomada de un texto teórico? De ser así hay que citar. [DECS8]No. Esta es una interpretación mía del texto de Genette No es necesario usar las letras del abecedario para enumerar estas imágenes encontradas, con la coma es suficiente. Otro caso sería que usted construyera una tabla en donde ilustre las imágenes y en donde las letras del abecedario hagan alusión a dicho cuadro. Sugerimos cambiar por "pese a lo anterior", pero si decide conservar el "sin embargo", proponemos entonces unir este párrafo al anterior. [DECS11]Por favor unir párrafos. Proponemos cambiar esta oración por "en el diario en donde Elizabeth Wakefield escribe los sucesos de su vida..." Sugerimos revisar las normas APA para reconocer cómo deben ir las citas largas. Sugerimos revisar las normas APA para cuidar que estos párrafos no se vean aparte del párrafo al que asumimos que pertenecen, es decir, esta cita junto con los tres párrafos anteriores parecen estar inscritos en un mismo párrafo. Sugerimos revisar la forma en como este concepto aparece a lo largo del texto. Debe definir si aparecerá siempre en cursiva y con la primera letra en mayúscula o si se mostrará de otra manera. [DECS16]El concepto aparece en cursiva en todo el texto. Esto podría repensarse en una paráfrasis para que no sea tan largo y fragmente el párrafo. Recuerda las normas de citación. [DECS18]Me interesa conservar la cita. [DECS19]Pues, si Berti cambia de punto de vista, el concepto más reñevante es el de Focalización, porque hay un cambio de punto de vista. Se cuenta la historia desde otra perspectiva. Es impetativo que en el texto halla una definición del concepto. Agradeco la gentileza de conservarlo. Sugerimos unir este párrafo al anterior. Revisar si se ciñe a las normas APA


* Barranquilla, 1985. Magíster en Literatura y Cultura. Profesor Secretaría de Educación de Bogotá.  Mención de honor concurso de cuento El túnel de Montería (2021). Ganador versión 41 del Concurso Nacional de Cuento, Universidad Metropolitana de Barranquilla (2018). Seleccionado entre los 20 mejores cuentos del Cuarto Concurso Nacional de Cuento del Festival de Literatura de Pereira (Antología 2018).  Mención de honor en el Concurso Nacional de Cuento Relata. (Antología 2017).  También ha incursionado en la microficción con publicaciones en espacios: La Esquina delirante de El Espectador y Brevemente de Nicaragua.

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