Autora: Laura Muñoz Galvis*
Solía llamarme
como la nitidez
que desgastaba tus labios
al amanecer del Mediterráneo,
cuando era solo una gaviota
la luna en el recuerdo.
No era la culpa de las piernas danzantes,
ni tampoco de la sonrisa ilusa de un herido,
ni de los que cantan para encarnar soles.
Era, quizás, una nube de agua proveniente de mis zapatos,
o un pez que tiritaba de frío,
o, incluso,
la imagen turbulenta de un espejo empañado,
como si fuera un sutil resquicio
del pobre corazón delator,
que no le queda más
que sufrir por los reclamos,
o por lamentos lujuriosos,
o por verdades libertinas
que rasguñan las arterias
tan inquietas por la sed.,
Y ni siquiera los mares,
tan inmensos en aliento,
fueron suficientes
para la fatiga
de tu rostro nítido y penoso.
*Laura Muñoz o Lila, es estudiante de Estudios Literarios. Ha participado en diversas charlas del proyecto Tertulias Botánicas de la Universidad Pontificia Bolivariana y el Jardín Botánico de Medellín. Actualmente realiza sus prácticas en la librería Grámmata como gestora cultural, y aunque le guste la escritura, esta es la primera vez que se atreve a ser publicada. Ve la poesía como una terapia para los desamores y malentendidos, como también para las inquietas compañías y los silencios degollantes.
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