Autor: Daniela Uribe Velásquez*
Tristes animales son los peces. Rodeados siempre de una inmensidad azul, divagan sin motivo de aquí para allá, solo sobreviviendo entre un montón de líquido y oscuridad… A duras penas sobreviviendo.
Los peces esperen en cualquier momento llegar y ser comida para otro más grande, o, cuando están desesperados por un poco de sol, ser comida de algún animal o pájaro. O peor aún, con ganchos que se clavan a sus gargantas o dentro de dolorosas redes, esperan ser asfixiados hasta la muerte para ser la cena de algo más.
En algunas ocasiones los peces son atrapados, arrestados por el crimen de su piel colorida, y llevados a un cuarto azul y vacío; a veces hay una piedra y una planta, tal vez hay un barco de plástico o algo parecido. Son llevados a un lugar lejos de su hogar, a un mundo de grises en el que los mantienen allí encerrados,rogando por que su captor no olvide alimentarlos. Un mundo que busca simplemente robarles su color. Pero has de tener cuidado cuando veas dentro de unas de sus jaulas y tus ojos se adhieran como aspiradora a sus brillantes pieles de colores y caras tristes, pues tienen tendidas esas trampas. Si te dejas llevar lentamente, te acabarás volviendo uno de ellos. Un pez más al que un mundo gris le roba poco a poco su color. Las personas se volverán simples aspiradoras de color y tu cara será como la de un pez; con una sonrisa hacia abajo y unos ojos vacíos que ya no recuerdan su hogar, solo sabiendo que fue azul. Siempre fue azul, y ahora entre el gris también se siente ese azul, lo emanan aquellas aspiradoras que, si te les quedas mirando, te convierten también en uno de ellos.
Así es el ciclo sin fin entre peces y humanos, entre pieles coloridas y ojos grises de aspiradoras. Un ciclo que comenzó y que ya no tiene vuelta atrás.
*Un pez aspiradora más. Amante de la lectura como escape de esta constante rutina y estudiante del programa de Estudios Literarios en la Universidad Pontificia Bolivariana. Defensora de los derechos de los libros ficcionales como distintas visiones del mundo, le gusta pasar el tiempo con su familia o haciendo manualidades, sobre todo pintar. Ganadora del reconocimiento al lector de la Fiesta del Libro y la Cultura en 2016, sus mayores influencias literarias son Edgar Alan Poe, Mary Shelley, Rick Riodan, Carolina Andújar y Cassandra Clare.
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