Autor: Juan Manuel Vergara*
Hoy, en algún lugar, otro niño llora.
Llora ante su impotencia, su destino, su incomprensión
de una situación de la que no es culpable,
pero igual sufre este cruento castigo injusto.
Hoy otro niño llora y no es ajeno a ti o a mí.
Ellos están allí y aquí y en todos lados.
Es ese niño al que su padre maltrata,
el niño que fue abandonado por todos
y ese otro que escucha el martirio de la guerra.
Hoy, no solo un niño llora, es el mismo mundo quien llora
por ese sin fin de heridas, por el sin fin de gritos callados,
silenciados aquí y allí por el cañón de un fusil.
Y nos encontramos en un hoy, no un ayer, no un mañana.
En una realidad que pierde un médico, un físico, una voz más.
Queda una luz menos en el oscuro paraje en el que nos encontramos.
Hoy yo lloro con ese niño. Lloro y me siento desprotegido
en un mundo que nos destruye a todos por igual.
Hoy todos somos un niño que llora más.
Mi nombre es Juan Manuel y amo las historias. Tal vez fue eso mismo lo que me llevó a estudiar literatura. Creo que la ciencia se equivoca al decir que el mundo está hecho de átomos, porque las historias son las que construyen todas las cosas. Amo ver el cielo en cualquier momento del día: los amaneceres, los atardeceres y las noches estrelladas, buscando señales de otros mundos.
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