Autor: Federico Quintana*
Ríe con su grupo de compañeros como era habitual, hablando de un tema y de otro, con la única intención de pasar el tiempo. Todos quedaban con el abdomen adolorido de una buena jornada de risas, charlas y uno que otro café. Él siempre está con un gran gesto de felicidad, y aquellos que no lo conocen sentirían envidia de tan buena actitud hacía lo horrible de la cotidianidad.
Luego de unas horas, termina la reunión.
Sale hacia su casa y, mientras camina, saluda y sonríe a todo aquel que se encuentra en el camino, contagiando a su paso un poco de aquella felicidad que refleja su sonrisa. Al llegar a casa, realiza el ritual de siempre: quitarse los zapatos, la camisa y la correa. Y, con el único fin de descansar, se acuesta.
Al otro día, al despertar, su familia comunica que en unas horas será su sepelio.
* Mi nombre es Pedro Federico Quintana Hoyos. Soy un escritor aficionado, aunque no estudie algo relacionado con ello, pues soy Tecnólogo en Gestión Ambiental, siempre he tenido una gran inclinación hacia el mundo del arte, específicamente la escritura y el dibujo.
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