Autor: María Camila Porras Taborda*
Las gotas de lluvia aferradas a mi ventana,
el sol que se niega a tocarme,
la luna cuyo brillo he olvidado,
las horas que se derraman
entre mis párpados y tus dedos,
lejanos,
lejano,
lejana yo.
El mundo se ha detenido
y el tiempo se ha sumado a esa aventura.
Si antes no lograba sincronizarse con todos
y con todo,
ahora ya no es un deber,
ahora se le es perdonado.
Llega tarde para el amor que te profesé.
Llega antes para la madrugada
que no me permite dormir.
No llega para correr a tus brazos,
esos que ya no están.
Las gotas de lluvia, mías,
las ventanas que observo, mías,
me ahogan.
Desde el océano de estas cuatro paredes
desaparezco
y tú desapareces.
Malditas ganas de ser (te).
Soy como un pájaro cuyas alas han desaparecido.
Han sido arrebatadas por la crueldad de un otro
que no soy yo,
y, no satisfecho con la iridiscencia de mis plumas,
se ha llevado mi corazón.
Ahora no soy más que minutos perdidos,
besos no versados,
luces esfumadas,
brazos suspendidos.
Por si llegas,
por si vivo,
por si puedo.
María Camila Porras Taborda. Estudiante del pregrado de Estudios Literarios en la Universidad Pontificia Bolivariana y de violonchelo en la Red de Escuelas de Música de Medellín. Es aficionada a los talleres de escritura creativa, clubes de lectura y de collage. Entre sus posesiones más valiosas se encuentran una lámpara en forma de luna, un borrador en forma de chococono y muchos stickers.
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