Autor: María José Burbano Mazo*
A veces, cuando su mesita de noche ya no era mesita de día, Emilia pensaba. Pensaba hacia arriba, hacia abajo, en círculos y, de vez en cuando, en espiral. Pensaba que los dioses habían sido muy generosos al entregarle el don del olvido. En medio de su ingenuidad, creía que sus olvidos estaban a salvo del recuerdo en una pequeña caja de cartón que guardaba con recelo bajo su almohada.
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María José Burbano Mazo. Me llamo María José y ya todos saben lo que sigue. De lunes a viernes me gusta jugar a que curso sexto semestre de estudios literarios en la UPB y, a veces, me escapo a cursos pequeñitos de historia y apreciación del arte.
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