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  • Foto del escritorEl Galeón Gaceta Literaria

P A R T O

Autor: Luisa Mariana López Pérez*


Por supuesto que hubo indicios, solo que ellos no los vieron, ¿no cree? No se imagina a qué horas me tuve que levantar para llegar temprano y ni así cogí puesto para darle el pésame a la madre y de paso, ya sabe, parar la oreja a ver si escuchaba alguna cosita. Pero no, nada, todo el mundo llorando. Por cierto ¿vio cómo estaba la tía? Horrible como lloraba. ¡Me dio un pesar! Pobrecita, doña Bienvenida.

¿Por qué se habrá matado? Uy no, Dios lo perdone y lo libre de las llamas del infierno, tan jovencito que estaba. Mínimo al pelaíto se le salió el show de las manos. ¿Cómo dice? Total, yo sí lo veía muy rarito cuando salía de la casa. Sí, doña Clemencia, tiene toda la razón. Yo decía que esas malas amistades no lo iban a llevar a ningún lado. ¿Será que estaba metiendo esas porquerías que meten los jóvenes de ahora?

La culpa la tiene la mamá, igual ni buena vecina es. Yo le escuché a la señora Carmenza que ni le paraba bolas, que siempre hacia lo que le daba la gana. Usted sabe que en el barrio somos gente de bien, yo la invité varias veces a la sagrada eucaristía y siempre me decía que sí, que luego, pero nunca iba.

¿Vio cómo vino vestido el padrino? De verde. Él no es ningún pobre de comprar así sea una camisetica negra, qué descaro. Yo alistándome como si se hubiera muerto el mismísimo papa.



¿Qué me dice? Uy sí, yo leí eso, como son ahora los medios de insensibles, dizque autoeliminó, además que la familia quedó súper mal, a ese muchachito todo el mundo conocía, si andaba de arriba pa’ ‘bajo, como no.



*Luisa Mariana López Pérez. No la apócrifa, sino la de verdad, la más sana de sus amigues, la de la malformación en el útero. Se repite Betty como rezando un rosario y en alguna parte de su casa tiene un altar para Hugo Lombardi. Salvo por un breve periodo en el que logró escaparse de Aguachica, su mayor logro hasta ahora es el de pagarse los datos enseñándole a niños. Logró escaparse, eso sí, del convento: en vez de estudiar para monja terminó estudiando literatura, por eso algunas veces escribe dios con minúscula y lo deja así, sin corregirlo.

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